Cómo lograr la libertad financiera y su definición, ha sido modificada y adaptada en años recientes.
Por un lado, la literatura de educación financiera indica que se alcanza cuando una persona no necesita trabajar para generar ingresos, sino que sus inversiones suplen sus necesidades.
Por otro lado, hay quienes consideran que la libertad financiera no está vinculada al hecho de dejar de trabajar y sostener los ingresos.
Sino en alcanzar equilibrio entre ingresos y gastos, para satisfacer necesidades, alcanzar metas y estar preparados ante situaciones inesperadas.
En ambos hay algo en común: que el dinero deje de ser una preocupación y que conseguirlo no sea una batalla constante.
¿Cómo se puede lograr esto?, y sobre todo: ¿se puede lograr con las remesas?
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Trabajar por activos, no por gastos
El primer paso para lograr la libertad financiera es contar con activos.
Los activos son pertenencias de valor, tales como dinero en efectivo y cuentas de ahorro, joyas, equipos o electrodomésticos, propiedades o negocios.
Cuando empezamos a generar ingresos debemos centrarnos en adquirir activos, pues a futuro nos permitirá generar ingresos sin estar directamente presentes.
Es importante que los activos que se vayan adquiriendo no pierdan valor rápidamente, como los artefactos tecnológicos.
Debemos saber elegir qué tipo de activos vamos a adquirir, para que contribuyan a nuestro bienestar a largo plazo.
Adquirir activos toma tiempo, todo irá en dependencia de cómo se organicen los gastos, en la mayoría de los casos el principal obstáculo es un elevado nivel de gastos, muchas veces en cosas innecesarias u olvidables.
Si recibe remesas, es clave planificar el uso de éstas de forma que no se gasten en su totalidad, sino que cada mes logre separar una pequeña parte para convertirlo en ahorro y posterior inversión.
Por ejemplo:
si recibe US$150 cada mes, haga un ajuste de los gastos para usar US$135 y con los US$15 que no se gaste:
- Destinar US$5 el ahorro
- US$10 para un pequeño negocio desde el hogar o centro de estudios, según el caso.
Esos US$10 se convertirán en US$15, luego en US$20 y así poco a poco verá que con una pequeña semilla se puede “sembrar” para lograr la libertad financiera.
Los US$5 que inicialmente se destinaron al ahorro también irán creciendo y en caso de una emergencia o de adquirir otro activo, no necesitará recurrir a endeudamiento (o al menos no dependerá tanto de ello).
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Reducir los compromisos financieros
Mientras se trabaja en la adquisición de activos, de forma paralela se deben eliminar las deudas, hasta las más pequeñas como los créditos.
Cada cuota de crédito que pagamos es dinero con el no contamos para adquirir activos, ahorrar o invertir, para poder decidir sobre nuestro dinero.
Asimismo, se debe tener presente que cada crédito nos encarece lo que pagamos, mediante los intereses.
Si queremos lograr libertad financiera, debemos optimizar el uso de nuestro dinero, no pagar de más.
¿Sabía que por cada electrodoméstico adquirido al crédito termina pagando el doble o triple de su precio de contado?
Ese dinero extra que paga es dinero que le quita a su libertad financiera futura.
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Más ingresos, de distintas fuentes
El otro paso necesario para conseguir libertad financiera es generar ingresos adicionales.
Las remesas son una fuente de ingresos, pero nadie ha logrado la independencia financiera contando con una sola forma de generar dinero, ¿o sí?
No se trata necesariamente de la cantidad de ingresos que genere cada fuente, sino de contar con distintos tipos de opciones, aunque sean montos pequeños o moderados.
Al inicio habrá que invertir tiempo y trabajo, pero la intención es que con el tiempo este trabajo se transforme en activos que se conviertan en inversiones y generen un flujo permanente de ingresos.
Emprender es una alternativa al alcance, pero que debe hacerse de forma ordenada, por ello le compartimos aquí cuáles son los errores que debe evitar al emprender.
Independientemente del concepto que aplique, es posible lograr la libertad financiera, y se obtiene mediante un mejor uso del dinero en el presente.
La libertad financiera no significa ser ricos, sino tener control sobre sus finanzas y poder elegir cómo vivir, en vez de que el dinero o las obligaciones financieras decidan por usted.
Es por ello que, para empezar, debemos trazarnos el objetivo de alcanzarla, y aunque no se logra de la noche a la mañana, mientras más retrasemos los cambios necesarios para lograrla, más tardarán en llegar los resultados.
